Título: El jardinero del rey
Autor: Frédéric Richaud
Páginas: 176
Editorial: Duomo
Precio: 15 euros
Año de edición: 2015
Inexplicablemente, esta estupenda novela histórica vió la luz en Francia en 1999 y ha tardado nada menos que dieciséis años en ser traducida y publicada en español, cuando realmente creo que cualquiera podía haber comprobado que era un valor seguro.
Ambientada en la corte del rey francés Luis XIV, el llamado «rey sol», en pleno siglo XVII, cuenta la curiosa historia de Jean-Baptiste de la Quistine (Chabanais, 1626-1688), abogado, jardinero y agrónomo, que en un viaje a Italia descubrió su auténtica vocación visitando unos jardines a la italiana en la Toscana. A su regreso, abandonó la toga por el azadón y el restrillo y se encargo de los jardines de varios nobles hasta ocuparse de la huerta del rey en Versalles, tres hectáreas que proveían su mesa de frutas y verduras.
Revolucionó los cultivos hortícolas: aclimató especies frágiles, como higueras y melones; produjo frutas y legumbres fuera de su estación; inventó el cultivo en espaldera de árboles frutales; introdujo el cultivo en campanas de cristal; aumentó y mejoró los métodos de poda; inventó la podadera, y demostró la eficacia de los trasplantes para la lucha contra las plagas.
Hizo tanto y tan bien hecho, que fué nombrado «Director de los jardines frutales y jardines de todas las casas reales», título creado especialmente para él. En 1678 emprendió la construcción de una nueva huerta del rey que en 1921 fué declarada monumento nacional. Finalmente, su majestad le nombró caballero en agradecimiento a los servicios prestados.. En 1690, dos años después de su muerte, su hijo publicó «Instruction pour les jardins fruitiers et potagers», un compendio de los saberes y experiencia de su padre.
Esta novela histórica cuenta con solvencia y bien pulso, los años clave en la vida de este curiosísimo y desconocido personaje. Incluye espléndidas descripciones de bailes de disfraces, banquetes en la corte y la vida cotidiana en una sociedad tan peculiar como la que rodeaba al monarca francés.
Un estupendo ejemplo del género histórico que hará las delicias de los amantes de ese tipo de novelas y de los lectores con inclinaciones ecologistas o afición la jardinería. El resto, como es mi caso, encontrará una amena novela en la que se aprenden un monton de cosas.
Frédéric Richaud (Aubignan, 1966) es un escritor y guionista de cómics frances. Hijo de un pintor y una pianiasta, nació en un pueblecito de la Costa Azul francesa.
Ha escrito cuatro novelas, una interesante biografía de Boris Vian titulada «Es divertido vivir» y el guión de innumerables álbumes de historietas.
Inexplicablemente, esta estupenda novela histórica vió la luz en Francia en 1999 y ha tardado nada menos que dieciséis años en ser traducida y publicada en español, cuando realmente creo que cualquiera podía haber comprobado que era un valor seguro.
Ambientada en la corte del rey francés Luis XIV, el llamado «rey sol», en pleno siglo XVII, cuenta la curiosa historia de Jean-Baptiste de la Quistine (Chabanais, 1626-1688), abogado, jardinero y agrónomo, que en un viaje a Italia descubrió su auténtica vocación visitando unos jardines a la italiana en la Toscana. A su regreso, abandonó la toga por el azadón y el restrillo y se encargo de los jardines de varios nobles hasta ocuparse de la huerta del rey en Versalles, tres hectáreas que proveían su mesa de frutas y verduras.
Revolucionó los cultivos hortícolas: aclimató especies frágiles, como higueras y melones; produjo frutas y legumbres fuera de su estación; inventó el cultivo en espaldera de árboles frutales; introdujo el cultivo en campanas de cristal; aumentó y mejoró los métodos de poda; inventó la podadera, y demostró la eficacia de los trasplantes para la lucha contra las plagas.
Hizo tanto y tan bien hecho, que fué nombrado «Director de los jardines frutales y jardines de todas las casas reales», título creado especialmente para él. En 1678 emprendió la construcción de una nueva huerta del rey que en 1921 fué declarada monumento nacional. Finalmente, su majestad le nombró caballero en agradecimiento a los servicios prestados.. En 1690, dos años después de su muerte, su hijo publicó «Instruction pour les jardins fruitiers et potagers», un compendio de los saberes y experiencia de su padre.
Esta novela histórica cuenta con solvencia y bien pulso, los años clave en la vida de este curiosísimo y desconocido personaje. Incluye espléndidas descripciones de bailes de disfraces, banquetes en la corte y la vida cotidiana en una sociedad tan peculiar como la que rodeaba al monarca francés.
Un estupendo ejemplo del género histórico que hará las delicias de los amantes de ese tipo de novelas y de los lectores con inclinaciones ecologistas o afición la jardinería. El resto, como es mi caso, encontrará una amena novela en la que se aprenden un monton de cosas.
Escudo nobiliario de la Quistine CC BY-SA 3.0 Spedona
Frédéric Richaud (Aubignan, 1966) es un escritor y guionista de cómics frances. Hijo de un pintor y una pianiasta, nació en un pueblecito de la Costa Azul francesa.
Ha escrito cuatro novelas, una interesante biografía de Boris Vian titulada «Es divertido vivir» y el guión de innumerables álbumes de historietas.
Frédéric Richaud disfrutando de un premio al mejor cómoc histórico
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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