Cuadro de André Martins de Barros (Pau, 1942)
Este blog cumple hoy cinco años. Cinco años de lecturas frenéticas, horas robadas al sueño, redacción apresurada de reseñas y tazas de café. Eso significa bastante más trabajo de lo que suponíamos al iniciar esta aventura y algo que comenzó siendo un experimento se ha convertido en algo extraño divertido y apasionante, un trabajo no remunerado, una afición-manía, algo que no puedo dejar de hacer y con lo que me lo paso bien al mismo tiempo.
Ya lo dije en algún ocasión, me encanta leer, y mantener un blog como éste es la excusa perfecta para leer como un descosido y regodearme todo lo que puedo en el tema. Tiene muchas ventajas para un lector obsesivo-compulsivo como yo, que reconozco mi lecturopatía enfermiza y absorbente: imponerme una autodisciplina de lectura constante y casi continua, conseguir leer más libros que nunca en mi vida, siempre más de cien al año, obligarme a estar pendiente de las novedades, libros de culto, grandes clásicos y literatura de todos los países. Vamos, que estoy deseando acabar esta entrada para seguir leyendo.
En fin, una maravilla para un enfermo de la lectura como el lector empedernido que escribe estas líneas, que si pudiera no haría otra cosa más que leer, leer y leer, con alguna salida de vez en cuando a librerías y bibliotecas para conseguir más material. Por cierto, me he acostumbrado ya al libro electrónico y más o menos leo un tercio de las veces en electrónico y dos tercios en papel.
Estoy muy agradecido a los colaboradores que me envían reseñas de vez en cuando, tengo que decirles que todos los años habrá al menos un sorteo de un lote de libros, de modo que si no desesperan, algún día les tocará. Gracias, porque sin ellos este blog tendría menos gracia y variedad, y suponen un alivio en el trabajo de mantenerlo.
Gracias también a las librerías y editriales colaboradoras, que me dan aliento, ánimo para seguir con el blog y donan libros para el sorteo anual. Constituyen un impulso muy importante para esta página, pero lo que hay que agradecerles profundamente es que sigan con su labor de editar cultura y difundirla. Las librerías son auténticas catedrales de la cultura, templos del saber, y las editoriales, fábricas de conocimiento y grandes difusoras de la literatura.
Gracias también a las librerías y editriales colaboradoras, que me dan aliento, ánimo para seguir con el blog y donan libros para el sorteo anual. Constituyen un impulso muy importante para esta página, pero lo que hay que agradecerles profundamente es que sigan con su labor de editar cultura y difundirla. Las librerías son auténticas catedrales de la cultura, templos del saber, y las editoriales, fábricas de conocimiento y grandes difusoras de la literatura.
Han sido cinco años que han pasado volando, 1826 días de trabajo, 1829 entradas, 66 libros favoritos, 972 comentarios, 266 colaboraciones, 837 210 visitas, una media de unas 14 000 al mes, y algunos datos curiosos: las entradas más visitadas han sido «Cien años de soledad», el «Martín Fierro», «Groucho y yo», «Los escritos irreverentes» de Twain, la «Antología poética» de Machado, «Lo que el viento se llevó» y «El arte de amar»; los países con más lectores, después de España claro, han sido Alemania, Estados Unidos, México, Argentina, Colombia Perú, Chile y Francia; las palabras clave más buscadas, «Antonio Machado» y «Groucho Marx», y las visitas hechas desde móviles y tabletas sólo el 8 %.
Buenos gracias a los colaboradores, lectores, seguidores y fans de este humilde blog y hala, a seguir leyendo y disfutando.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Felicidades, Antonio.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada, y me he sentido aludido en uno de sus párrafos :P
A cumplir muchos más, y yo que lo vea ;)
Salud y libros (Despedida de La Antigua =) ).
Jesús Rojas.
Feliz lustro.
ResponderEliminarAlucinante el trabajo que lleva. Y que dure.
Ánimos.
Estimado Antonio: Felicidades por estos deliciosos cinco años de proponernos lecturas. Sigue por favor así. ¡Leer que privilegio!
ResponderEliminarLa vida hay que vivirla, hay que gozarla, hay que leerla para hacerla nuestra. Los libros nos enseñan cada día lo que hay de cierto, lo que mueve a duda, lo que es falso; lo que irrita y lo que es eterno.
Con profundo agradecimiento, desde Morelia, México
María Antonieta Canseco