Título: Lujuria
Autor: Juan Eslava Galán
Páginas: 241
Páginas: 241
Editorial: Destino
Precio: 18 euros
Año de edición: 2015
Este delicioso libro es el primero de una serie títulada «Los pecados capitales de la historia de España», que trata de abordar el pasado reciente de nuestro país a la luz de cada uno de los siete pecados capitales. La cosa promete porque si el resto de volúmenes son tan solo la mitad de interesantes y divertidos que éste, será una serie de antología. Es un libro genial.
Repasa la historia de la sexualidad y las relaciones amorosas desde principios del siglo XIX hasta los años 90, a través de un gran número de aspectos, recogiendo multitud de anécdotas, frases hechas, detalles curiosos e historias increíbles hasta componer un fresco interesatísimo y revelador, en el que hay más de una sorpresa.
¿Sabíais que en el siglo XIX era un indecencia que las damas leyesen? (Se decía «Mujer leída, mujer perdida», es decir, prostituta) ¿Que en la Inglaterra vicroriana estaba aceptado que el médico masturbase a las mujeres?¿Que el consolador fué el primer electrodoméstico (1883)?¿Que el rey Alfonso XIII era un obseso sexual? ¿Que muchas chicas, llamadas «madrinas de guerra», se carteaban con desconocdos para mantener su moral en el frente?¿Que en 1970 una revuelta popular introdujo el bikini en las piscinas de Zaragoza?¿O que el primer desnudo en el cine español es de 1976?
Éstas y otras muchas historias divertidas y curiosas salpican este libro, ameno y enttretenido como pocos, que tambien da cabida a análisis históricos muy reveladores. El libro arranca con una síntesis en un sola frase de la España del XIX espléndida: un país de 18 millones de personas que malvivían de la agricultura, en la que el hambre y la poca higiene mataban a uno de cada cuatro niños. Y explica muchos fenómenos, como que la liberación de la mujer empezó despues de la Primera Guerra Mundial cuando tuvo que salir de casa a trabajar para suplir a tantos hombres caidos en la lucha.
Está escrito con el rigor del historiador más escrupuloso, es decir apoyándose siempre en documentos, testimonios y textos, hasta construir una auténtica historia cotidiana de la sexualidad. Es inevitable acordarse del estupendo libro de Carmen Martín Gaite «Usos amorosos de la postguerra española» , al que complemente y amplia en muchos aspectos.
Pero sobre todo, hay que destacar el tono divertido, irónico y juguetón del autor, que derrocha sentido del humor. Se nota que se ha divertido al escribir esta obra y desde luego, divierte al lector. Una obra olvidable, que se lee con facilidad y una sonrisa en los labios.
Juan Eslava Galán (Arjona, 1948) es un escritor de libros y novelas de historia. Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Jaén, viajó a Reino Unido para ampliar estudios y fué primero alumno y luego profesor asistente en la Universidad de Aston, en Birmingham. Luego se hizo catedrático de instituto e hizo la tesis sobre ingeniería militar y fortificaciones en Jaén durante la Baja Edad Media.
Ha escrito más de 50 libros, tanto ensayos históricos, algunos tan divertidos como su «Historia de España contada para escépticos», como novelas históricas, como por ejemplo «En busca del unicornio», con la que ganó el Premio Planeta en 1987.
Tiene una página personal cuidada e inteligente: http://www.juaneslavagalan.com.
Ha escrito más de 50 libros, tanto ensayos históricos, algunos tan divertidos como su «Historia de España contada para escépticos», como novelas históricas, como por ejemplo «En busca del unicornio», con la que ganó el Premio Planeta en 1987.
Tiene una página personal cuidada e inteligente: http://www.juaneslavagalan.com.
Juan Eslava Galán
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
¡Hola!
ResponderEliminarNo he leído el libro pero me lo llevo apuntado, me parece muy curioso todo lo que nos cuentas del libro. Me ha sorprendido que una mujer que leía fuera tan mal vista. Si tengo la oportunidad me gustaría leer este libro.
Del autor tengo La Segunda Guerra Mundial contada para escépticos, tengo ganas de leerlo, a ver cuando le hago un hueco.
Un beso