Título: Bella del señor
Autor: Albert Cohen
Páginas: 784
Autor: Albert Cohen
Páginas: 784
Editorial: Anagrama
Precio: 24,50 euros
Año de edición: 2011
Esta descomunal montaña de palabras, esta novela amplia, rica y fascinante, un verdadero 8000 literario que añadir a la lista de cumbres a conquistar, me ha estado sorbiendo el seso durante una semana completa de mis vacaciones y casi no me ha dejado pensar en otra cosa. ¡Qué barbaridad! Qué buen libro y qué exigente con el lector, sorprendente, desconcertante y original como pocos. Una maravilla.
Publicada en francés en 1968, cuenta la vida de un puñado de personajes que giran alrededor de la historia de amor central: los amores entre un judío que es un funcionario de Naciones Unidas en la Ginebra de los años 30 y una mujer de clase alta, casada con uno de sus subordinados. Pero la parte fundamental de libro es la descripción del romance en todas sus etapas: el encuentro inicial, la conquista, el enamoramiento, la pasión desatada, la rutina y el aburrimiento final que todo lo impregna como un líquido pegajoso. Los amantes ensayan varias estratagemas para reavivar la pasión, pero no consiguen nada. Todo el proceso dura solo dos años y cuatro meses.
Esta novela es un tratado prolijo y detallado de las pasiones, a las que retrata de manera magistral y vívida. Y también un melancólico ensayo sobre la fugacidad y la fragilidad del amor, cuyo futuro siempre es de pronóstico muy incierto. Pero tiene muchos otros alicientes. El primero, que el autor desconcierta al lector en cada capítulo con un truco distinto. A veces ensaya el monólogo interior, a veces dilata el tiempo de manera increíble y a veces lo contrae, cambia de narrador cuando le da la gana, a ratos se vuelve tan prolijo y detallista como Perec... así hasta realizar un auténtico alarde de recursos literarios a cual más interesante.
Por otro lado está lleno de ironía y un humor muy particular, del que se vale para satirizar a los funcionarios de la ONU, a la aristocracia ginebrina, a los diplomáticos, las relaciones familiares y unos cuanto temas más, con una ironía cruel y feroz, esperpéntica, que contrasta con el lirismo apasionado y la delicadeza con la que se narran los amores de los protagonistas, sobre todo al principio de su relación.
Y desde luego, aparece toda una galería de personajes grotescos, ridículos y divertidos, entre los que destaca Comeclavos, un tipo genial e inolvidable; una especie de Groucho pícaro y desvergonzado que charla como un descosido, domina el humor surrealista y las tretas del más astuto pícaro.
Cohen da la sensacion de ser capaz de hacer literatura de altura casi con cualquier tema, porque saca petróleo en esta novela de casi todo, hasta de la situación más anodina. Irónico, cruel y sensible a ratos, caricaturesco, juguetón y siempre solvente en el manejo del lenguaje, este judío sefardí demuestra en este texto que un escritor de una categoría enorme. Una novela apabullante, enorme, moderna y casi experimental, pero a la vez curiosa, divertida y siempre sorprendente, original y rompedora, que juega con el lector como quiere, mientras trata la tragedia de la degeneracion del amor con una profundidad sobrecogedora. Sin lugar a dudas, una de las grandes novelas del siglo XX. ¿Os atrevéis con ella?
Albert Cohen (Corfú, 1895-1981) fué un escritor suizo, de origen griego, descendiente de una familia sefardita (los Cohen), que escribía en francés.
Su familia pertenecía a la comunidad judía de Corfú y se edicaba a fabricar jabón. Pero cuando las ventas descendieron y ascendio el antisemitismo en la isla, la familia se mudó a Marsella, donde se dedicó a comerciar con huevos y aceite de oliva. A los diez años, alguien le llamó en la calle sucio judío, cosa que le marcó profundamente.
Con diecinueve años, se mudó a Ginebra y allí estudió Derecho, a continuación Filosofía y Letras, se hizo sionista y adquirió la nacionalidad suiza. Trabajó como funcionario para las Naciones Unidas en Ginebra, de cuya experiencia surgió esta novela «Bella del señor». En los últimos años de su vida aufrió depresiones nerviosas y falleció debio a una anorexia cuando tenía ochenta y cinco años.
Publicó su primer libro a los 26 años y publicó en vida un total de nueve libros, con los que consiguió la admioración de la crítica y premios tan importantes como el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1968.
Albert Cohen
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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