Título: ¿Cómo se llama este libro?
Autor: Raymond Smullyan
Páginas: 296
Editorial: Cátedra
Precio: 13,90 euros
Año: 2007 (9ª edición)
Éste es un libro de apariencia ligera y divertida, escrito en tono jovial y casi bromista, pero que constituye una buena introducción a los vericuetos de la lógica. Porque se basa en plantear al lector un acertijo tras otro, acertijos que se resuelven razonando con la lógica más racional y coherente.
Por ejemplo, en una isla habitada por caballeros y escuderos, en la que los caballeros dicen siempre la vedad y los escuderos mienten siempre, nos encontramos con dos personas, A y B, una de las cuales nos dice «Al menos uno de nosotros es escudero». La cuestión es ¿qué son en realidad A y B?¿qué es quién nos ha hablado y qué es la otra persona?. (La solución, mañana).
El libro se divide en cuatro partes tituladas: «Acertijos lógicos», con los problemas más sencillos; «Los cofres de Porcia», basada en el personaje de «El mercader de Venecia»; «Cuentos extraordinarios», con vampiros metirosos, zombies y otras fantasías, y «La lógica es una cosa maravillosa», que contiene paradojas famosas, anécdotas de la Hitoria de la lógica y demostraciones casi para cualquier cosa.
Todas ellas están compuestas de varios capítulos que plantean acertijos de dificultad creciente, cuya solución se incluye al final, hasta terminar con el análisis, aplicaciones y problemas del complicado y enigmático Teorema de Gödel (1931), que establece que en todo sistema consistente de axiomas se pueden formular proposiciones que no son ni verdaderas ni falsas, sino indecidibles.
Todas ellas están compuestas de varios capítulos que plantean acertijos de dificultad creciente, cuya solución se incluye al final, hasta terminar con el análisis, aplicaciones y problemas del complicado y enigmático Teorema de Gödel (1931), que establece que en todo sistema consistente de axiomas se pueden formular proposiciones que no son ni verdaderas ni falsas, sino indecidibles.
Por ejemplo: «En la ciudad, todos los habitantes o bien se afeitan a sí mismos o bien son afeitados por el barbero». Una frase que parece inocente y evidentemente verdadera hasta que uno piensa qué demonios hace el propio barbero. Entonces se da uno cuenta que esa proposición entra en contradicción consigo misma y por lo tanto, no es ni verdadera ni falsa, sino indecidible.
La raíz del concepto de indecidible se encuentra nada menos que en la famosa paradoja de Epiménides el cretense (siglo IV a. C.): «Todos los cretenses son unos mentirosos». Pero lo realmente novedoso e inquietante de los trabajos de Gödel es que demostró matemáticamente que en todo sistema lógico que cumpla unas condiciones muy generales se pueden formular ese tipo de proposiciones.
El que quiera una descripción más rigurosa del contenido del Teorema de Gódel, puede encontrarla en este enlace. Kurt Gödel (Brno, 1906-1977) fué un lógico, matemático y filósofo autríaco-estadounidense, cuya obra tuvo un impacto enorme en la filosofía y la ciencia del siglo XX.
Kurt Gödel en sus años de estudiante (1925)
Volviendo al libro, es una obrita muy entretenida, que nos permite ejercitar nuestros músculos razonadores y hacer un poco de ejercicio mental. Se lee con facilidad, es un texto excelente de lógica divulgativa y una gozada para cualquiera que quiera dedicarse a jugar a razonar unos cuantos ratos. Un libro de pasatiempos que a mí, desde luego, me ha encantado.
Raymond Smullyan (Queens, 1919) es un matemático, lógico, filósofo, mago y humorista estadounidense. Desde muy joven tenía dos grandes aficiones, la música y las matemáticas, entre las que le costó mucho decidirse. Finalmente comenzó a estudiar Matemáticas de manera autodidacta mientras se ganaba la vida publicando problemas y acertijos de ajedrez.
Siguió estudiando Matemáticas por su cuenta y trabajando como mago y profesor de música. Aunque se matriculó varias veces en varias universidades, nunca se adaptó al sistema educatuvo y no llegó a obtener ningún título. Sin embargo, gracia a sus investigaciones, trabajaos y publicaciones fué contratado como profesor universitario de Cálculo (sin haber aprobado nunca la asignatura) y de Filosofía (sin estudios oficiales).
Finalmente la Universidad de Chicago decidó concederle el título universitario de Matemáticas, en el que daba clase, se doctoró en la Universidad de Princeton y estuvo trabajando en esa universidad hasta su jubilación.
Durante toda su vida ha cultivado aspectos lúdicos (juegos, acertijos y trucos de magia) con actividades más serias (como matemático y lógico) manteniendo siempre cierta relación entre las dos cosas.
Raymond Smullyan
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario