Título: ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía
Autor: Fernando Savater
Páginas: 219
Editorial: Ariel
Precio: 14,95 euros
Año de edición: 2014
Páginas: 219
Editorial: Ariel
Precio: 14,95 euros
Año de edición: 2014
Hace unos días asistí a la presentación del último de los libros de Fernando Savater, este «¡No te prives! Defensa de la ciudadanía», en una de mis librerías de cabecera, la librería Lé, en el madrileño Paseo de la Castellana número 154. Fué un placer ver y escuchar al viejo profesor, que ya se acerca a los 70 años, en plena forma, divertido y locuaz, como siempre. Pasé un rato muy agradable y, a riesgo de repetirme, me gustaría comentarlo.
Sigue siendo un polemista temible, que sabe muy bien llevar razón, es decir tenerla o aparentar muy bien que la tiene. No me gustaría tener que debatir con él en público sobre ningún tema, aunque no hay ningún peligro. Por otro lado, destaca sobremanera la profundidad de su conocimiento teórico de la filosofía. Por aquí y por allá, despunta una claridad de ideas envidiable.
Es curioso, eso sí, ver cómo ha pasado poco a poco al otro bando del conflicto generacional. Si bien, parece que fué algo anarquista en su juventud, ahora se diría que es un socialdemócrata bastante centrado, que discrepa de algunas de las opiniones de los más jóvenes, como las que creo que defiende su propio hijo (sí, lo habéis adivinado, se llama Amador Savater) sobre el conocimiento abierto en la red y el recientemente aparecido partido político «Podemos».
En cualquier caso, tiene derecho como todo el mundo a evolucionar y a equivocarse en alguna cosa, y ya me gustaría a mí tener su potencia intelectual y su arrojo.
Volviendo al libro, es una recopilación de cuarenta y cuatro artículos publicados en varios periódicos, algunos reseñados aquí, completados con un prólogo, un epílogo y una adenda. El tema es la ciudadanía, como concepto clave de una sociedad abierta y democrática, la persona titular de un conjunto de derechos garantizados por una constitución y un marco legal en un Estado de Derecho, y con una serie de deberes ciudadanos. Frente a eso y por contraste, se sitúan los nativos de un territorio que invocan oximorones, como los «derechos históricos» (¿qué es eso?), y el orgullo de haber nacido a un lado de una raya.
Don Fernando fué uno de los impulsores de la asignatura Educación para la ciudadanía (pleonasmo innecesario, porque no decimos educación para las Matemáticas, para la Física, etcétera), que a pesar de seguir una recomendación del Consejo de Europa sólo duró seis años. Y en estos artículos mantiene su defensa de la idea de que el Estado no debe hacer dejadez de su responsbilidad de formar a la población en derechos humanos, valores democráticos y contenidos de la Constitución.
El libro está pero que muy bien, escrito de manera impecable, trufado de citas y buenas ideas y es muy recomendable para tenerlo a mano y cogerlo a menudo para leer un artículo o dos. Tambien se deja a leer de cabo a rabo. Una lectura muy recomendable porque hace pensar y razonar sobre temas de actualidad, argumenta muy bien todo lo que sostiene y es un excelente ejemplo de cómo escribir bien en castellano. Savater es uno de los mejores escritores de no ficción en español en ejercicio.
En este enlace podéis leer el primer capítulo por cortesía da la editorial Ariel. No os quejaréis, a prueba y cata, como los melones.
Fernando Savater (San Sebastián, 1947) es ya un vecino más de La antigua Biblos y no es raro verle paseando por sus calles. Tantas entradas le hemos dedicado que se ha convertido en habitual. ¿Qué voy a decir de él que no sea bien sabido?
Lleva más de treinta años enseñando filosofía y siempre se aprende algo nuevo de él. Es un buen aficionado a los puros, las carreras de caballos, las novelas de aventuras y la lectura en general. Para decirlo de una vez: es uno de los nuestros, un lector compulsivo y voraz, un tragalibros. Sin embargo le gusta la buena vida, es un bon vivant.
Representa uno de los pocos ejemplos que tenemos de intelectual comprometido en el sentido clásico del término, un pensador que no rehúye los problemas de su tiempo y se moja dando su opinión, por si a alguien le sirve, siempre que tiene ocasión. Y, además de todo eso, aunque a veces pueda equivocarse, es ameno, divertido y estimulante. Yo nunca le he encontrado pesado. Muy recomendable.
Fernando Savater
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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