Páginas

Bibliotecas digitales

sábado, 23 de agosto de 2014

En un lugar de la Mancha

 

«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor».

Así comienza «El Quijote», la obra maestra de Cervantes, con uno de los principios de novela más conocidos que hay. Resulta casi inevitable preguntarse, ante un arranque tan prometedor y enigmático, cuál podría ser ese lugar y si Don Miguel tenía alguna localidad concreta en mente al escribir el libro.

Muchos pueblos de La Mancha se proclaman como la patria chica del ilustre hidalgo, y ha habido muchos estudios, cábalas y polémicas sobre este tema durante los más de cuatrocientos años transcurridos hasta ahora, pero puede ser interesante hablar de los últimos análisis, en los que se han aplicado las técnicasy herramientas más modernas para tratar de localizar el lugar de marras.

En el año 2005, un equipo multidisciplinar de profesores de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por el catedrático emérito de sociología Francisco Parra, publicó un sesudo libro sobre la cuestión, titulado «El lugar de La Mancha es... El Quijote como un sistema de distancias/tiempos», en el que se consideraba un gran número de pistas del texto cervantino. 

Efectivamente, suponiendo una velocidad media de Rocinante y el rufo de Sancho de entre 28y 36 km por jornada y deduciendo de la narración los días transcurridos en cada salida hasta otras tantas poblaciones de referencia (El Toboso, Puerto Lápice...), se pueden ir acumulando datos significativos. Luego, se aplicaba el Análisis multicriterio, tal y como se utiliza actualmente en los Sistemas de Informacion Geográfica (SIG), y el resultado propuesto era que el famoso lugar olvidado era Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).

En este enlace, podéis encontrar otro artículo, esta vez a cargo de dos miembros de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en el que se realiza un análisis estadístico similar y se llega a la misma conclusión, aunque por muy poco margen.

Villanueva de los Infantes es una bella localidad manchega, de unos 5 000 habitantes, cabeza de partido judicial y capital del Campo de Montiel. Está llena de antiguos palacios, casas solariegas, conventos y edificios históricos, tiene una hermosa plaza rodeada de soportales, una iglesia magnífica y es un pueblo muy interesante, que bien merece una visita. Además, se da la circunstancia de que allí murió Quevedo
  
 
Plaza mayor de Villanueva de los Infantes
    
Sin embargo, en el citado estudio se reconoce la existencia de numerosos datos (siete datos anómales de veinticuatro) que desmienten esa ubicaciòn, discrepancias que se atribuyen a errores o descuidos del autor, y que no se consideran suficientemente relevantes ante la mayoría de indicios coincidentes.

Apoyándose en esas discrepancias y en bastantes datos adicionales que se contradicen entre sí, Jesús Sánchez Sánchez, entre otros autores, opina que la hipótesis de que Don Miguel de Cervantes redactase su novela como un gigantesco acertijo alrededor de una población concreta es gratuita y no se sostiene a la luz de la disparidad de indicios. En tal caso, el lugar de La Mancha seria diferente en cada salida, casi en cada página del libro, y el autor sólo pretendía hablar de un pueblo genérico, que tuviese un poco de cada una de las poblaciones más arquetípicamente manchegas del Campo de Montiel, una comarca al sureste de la provincia de Ciudad Real que sí es inequívocamente el epicentro de todas las aventuras del ilustre hidalgo. Aquí podéis leer sus argumentos. 

Esta idea me parece mucho más sugerente y probablemente sea la más acertada, que el tan traído y llevado lugar sea una entelequía. Varios autores han señalado que el planteamiento de «El Quijote» se basa en la indefinición intencionada de autor (Cyde Hamete), del momento (no ha mucho tiempo) y del espacio.
       
Para acabar, el pasado mes de julio, el director del mencionado estudio de la UCM, Francisco Parra, ha retado a los expertos cervantistas a que demuestren que el dichoso lugar de La Mancha no es Villanueva de los Infantes y ha propuesto a los alcaldes de los Municipios que se atribuyen ese honor, que den un premio al que lo consiga. La noticia se ha publicado en varios medios y puede verse aquí, por ejemplo. Por lo que sé, hasta ahora ninguna autoridad ha respondido y ningún estudioso ha replicado. El desafío sigue en pie.
  

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

1 comentario:

  1. Muy interesante la entrada, un tema que puede ser muy entretenido hasta absorbente. Discrepo de F. Parra, las teorias como éstas hay que demostrarlas, no darles validez si nadie las rebate.

    ResponderEliminar