Título: Por el Himalaya
Autor: Francis Younghusband
Páginas: 211
Editorial: La línea del horizonte
Precio: 21 euros
Año de edición: 2013
Páginas: 211
Editorial: La línea del horizonte
Precio: 21 euros
Año de edición: 2013
He disfrutado una barbaridad con este libro de viajes que cuenta las exploraciones y aventuras de uno de los primeros occidentales que recorrió en varias misiones de reconocimiento los principales pasos que permiten, a duras penas, atravesar el Himalaya desde la India hasta China, y viceversa, entre 1886 y 1889. Una verdadera aventura en una época en la que los medios y el equipamiento disponibles eran mucho más primitivos que hoy en día.
Es en realidad la historia de cómo alguien llegó a realizar sus sueños de niño, fantasías de viajes arriesgados, llenos de peripecias en los que descubrir paisajes maravillosos y montañas imponentes, como la del grabado de más abajo, realizado por el Comandante Strutt a partir de un esbozo de Robert Shaw, tío de Younghusband (un apellido más apropiado para casarse joven y quedarse en casa que no para salir a explorar el globo) y pionero en la exploración del llamado Techo del mundo. Ese dibujo alimentó los sueños de gloria y aventuras de nuestro pequeño, probablemente en el largo y duro invierno británico en el que no se casi puede salir a la calle (hay que ver adónde puede llevarle a uno un clima adverso).
En cualquier caso, la narración es muy amena, no se detiene en descripciones farragosas ni pasajes pesados. La ventaja que tienen muchos hombres de acción cuando se sientan a escribir es que van directos al grano y no abusan de la paciencia del lector. Otra cualidad del texto es que está muy correctamente escrito, en un tono descriptivo y objetivo muy adecuado, que nos permite recrear con comodidad el viaje en nuestra imaginación. Ventajas del sistema educativo británico de aquellos años, gracias al que se aprendía a redactar razonablemente bien.
Se trata de un libro muy ameno, entretenido, curiosísimo, que nos permite hacernos una idea aproximada de lo que suponía en aquella época acometer esas expediciones, en unas condiciones durísimas y sin guías de viaje. Hay varios aspectos muy interesantes, que revelan la calidad humana de este militar y aventurero. Uno, es que en parte, ésta es también la historia de alguien que va a descubrir las montañas más altas de la Tierra y descubre los fieles baltíes, los alegres gurkhas, los sobrios sherpas... gente encantadora y sin malear, excelentes compañeros de aventuras de una bondad natural muy notable, que dejaron huella en nuestro protagonista y cambiaron su visión del mundo.
Otro, revela su sinceridad y sentido del humor, cuando cuenta que al volver a Londres de su primer viaje, que le supuso la medalla de oro de la Royal Geographical Society y un recibimiento entusiasta, los geólogos quedaron decepcionados porque no se había fijado en la geología de la región, los antropólogos esperaban que hubiese medido las cabezas de los aborígenes, los botánicos que hubiese recogido flores, los entomólogos insectos... omisiones imperdonables de las que se prometió a sí mismo corregirse en sucesivas expediciones.
Hay más cosas interesantes, como su relación de amable rivalidad con los rusos, que planeaban invadir la India, o las descripciones de la situación política en la zona. En fin, un libro estupendo que hará pasar buenos ratos a todo tipo de lector, una lectura fácil y relajante que nos transporta a unas montañas míticas, lejanas, ignotas, llenas de belleza y peligros que se puede recorrer metido en la piel de uno de los primeros exploradores que lo recorrió de punta a punta. Muy recomendable.
Sir Francis Younghusband (Murree, 1863-1942), militar, explorador y espiritista británico, nació en el Punjab, en el actual Pakistán, donde estaba destinado su padre, también militar. Se educó en Inglaterra, ingresó en la Real Academia Militar de Sandhurst y su primer destino fué en el Primer Regimiento de Dragones de la Guardia, estacionado en la India.
Pico en la cordillera Kunlun
El hermano de su madre era Robert Shaw, un famoso explorador del Himalaya y el joven Francis estaba ansioso por recorrer la mítica cordillera, cosa que consiguió gracias a varios permisos y misiones que le fueron encomendadas. Luego trabajó para el Servicio Político Indio y fué corresponsal de The Times en Transvaal y Rodesia. Volvió al ejército para comandar una expedición militar al Tíbet para contener la influencia rusa, que se convirtió en una invasión en toda regla y dió como resultado el Tratado Anglotibetano de 1904 y el exilio del XIII Dalai Lama en Mongolia hasta 1911.
Llegó a ser teniente coronel del Ejército Británico, presidente de la Royal Geographical Society, profesor en Cambridge y animó a varios grupos de alpinistas a intentar la ascensión al Monte Everest. Patrocinó las fracasadas expediciones de 1921, 1922 y 1924. Fué nombrado caballero (sir) del Imperio Bitánico y escribió siete libros sobre sus viajes y exploraciones que se encuentran entre lo más ameno que se puede leer sobre el tema. Al final de su vida, dedicó cierta atención al espiritismo, muy en boga en aquellos años.
Francis Younghusband
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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