A los compañeros profesores
de los cursos de Guatemala
Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) ha publicado hoy un artículo que me ha dejado sin habla (menos mal que puedo escribir): la increíble y fascinante historia del abogado guatemalteco Rodrigo Rosenberg, asesinado a tiros mientras montaba en bicicleta. A primera vista parece un capítulo más de la crónica de la triste violencia que asola Guatemala, un país que ha sufrido una guerra que duró 36 años, hasta 1996, y desde entonces padece una situación tan espantosa que en los últimos años la tasa de homicidios duplica la de la guerra.
Pero el abogado dejó un vídeo grabado antes de su muerte en el que denunciaba que alguien poderoso estaba interesado en su muerte. El escándalo fué mayúsculo, hasta el extremo que la ONU organizó una «Comisión contra la impunidad» y le pidió al fiscal español Carlos Castresana, pionero de la lucha anticorrupción y azote de Pinochet, que la presidiera. El resultado supera cualquier obra de ficción.
Tenemos la suerte de que hay un estupendo documental titulado «Seré asesinado», dirigido por Justin Webster en 2013 que lo cuenta todo mantiendo la intriga y el suspense durante los 85 minutos que hacen que el espectador salte de sorpresa en sorpresa sin poder dar crédito a lo que ve.
Una historia increíble que, si no la conoces, te ofrece ahora mismo dos paradas. Primera, el artículo de Roncagliolo:
Pero el abogado dejó un vídeo grabado antes de su muerte en el que denunciaba que alguien poderoso estaba interesado en su muerte. El escándalo fué mayúsculo, hasta el extremo que la ONU organizó una «Comisión contra la impunidad» y le pidió al fiscal español Carlos Castresana, pionero de la lucha anticorrupción y azote de Pinochet, que la presidiera. El resultado supera cualquier obra de ficción.
Tenemos la suerte de que hay un estupendo documental titulado «Seré asesinado», dirigido por Justin Webster en 2013 que lo cuenta todo mantiendo la intriga y el suspense durante los 85 minutos que hacen que el espectador salte de sorpresa en sorpresa sin poder dar crédito a lo que ve.
Una historia increíble que, si no la conoces, te ofrece ahora mismo dos paradas. Primera, el artículo de Roncagliolo:
y la segunda, el multipremiado documental de Webster que se ha proyectado en los cines de Barcelona y brevemente en Madrid. Aquí os dejo un avance y perdonadme, porque tengo que irme a buscar dónde está disponible o se puede ver, porque tengo que verlo, tengo que verlo...
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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