Título: Firmin
Autor: Sam Savage
Editorial: Seix Barral
Precio: 6,95 euros
Año de Edición: 2009
Nacido en el
sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer
devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria.
Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un
escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por
los libros, su emoción y sus medios se vuelven humanos. Original, brillante y
lleno de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un
mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se
desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional
y una librería.
La historia, narrada en primera persona, tiene como
protagonista a una rata. Firmin, nace en una biblioteca polvorienta, donde para
sobrevivir empieza a comerse el papel de los libros que tiene a su alrededor.
Poco a poco pasa de comérselos a leerlos y empieza a transformarse en un animal
con sentimientos. Esto hace que a veces resulte un poco repulsivo. Se trata de
un relato autobiográfico, en el que se refleja el sentimiento de rechazo que
perciben algunas personas que no encuentran su lugar y el esfuerzo por ser
aceptados o queridos. El libro está lleno de reflexiones sobre la vida. A veces
no puedes evitar pensar que se trata de una rata y es muy imaginativo, pero en
otros momentos te olvidas por completo de quién es y solo encuentras una «persona»
que sufre, se emociona, se ríe, se siente defraudado, e incluso, aún pensando
que es una rata, le coges cariño.
Un libro muy
interesante, que está bien escrito. Una lectura muy dulce, el autor parece
horrible en la foto pero sin verlo es encantador, un genio porque de un ser
repugnante hace un ser humano. Pone en evidencia lo que significa ser rechazado
en la sociedad. La persona que se defiende en un lugar que no le corresponde.
Tiene algunas reflexiones: miles de ratas anteriormente han construido túneles
para que Firmin pudiera pasar, eso te hace pensar que lo que tenemos nos lo han
dejado otros y debemos conservarlo. También el hecho de que la madre de Firmin
educó a sus hijos (ratas de la misma camada) para que no la necesitaran.
Incluso hay distinción de ratas dentro de su escala social. La novela, cuanto menos, es curiosa e ingeniosa, al
tener como protagonista a una rata, ser por lo general bastante repulsivo.
Al principio se hace un poco pesada, pero a medida que avanzas en la
lectura, te va enganchando. Tiene como dos partes y la segunda cuando encuentra
a un amigo tan solitario y raro como él, cobra mucho dinamismo. Su autor es un
personaje muy culto y nos lo hace ver a lo largo de la novela mediante múltiples
referencias a obras de la literatura universal.
Sam Savage (Camden, Carolina del Sur, 1940), un antiguo y valleinclanesco profesor de filosofía de Yale, pescador de cangrejos, mecánico de bicicletas y escritor frustrado, un alternativo con la cabeza muy bien amueblada, se autorretrata como un ratoncito de Boston que se alimenta de los libros que se apilan en el sótano de la librería de viejo Norman y que aspira a convertirse en un gran autor. Todo un irónico y tierno homenaje a los lectores empedernidos de buena voluntad (que no a las ratas de biblioteca) y poderosa metáfora de las virtudes redentoras de la lectura.
Sam Savage (Camden, Carolina del Sur, 1940), un antiguo y valleinclanesco profesor de filosofía de Yale, pescador de cangrejos, mecánico de bicicletas y escritor frustrado, un alternativo con la cabeza muy bien amueblada, se autorretrata como un ratoncito de Boston que se alimenta de los libros que se apilan en el sótano de la librería de viejo Norman y que aspira a convertirse en un gran autor. Todo un irónico y tierno homenaje a los lectores empedernidos de buena voluntad (que no a las ratas de biblioteca) y poderosa metáfora de las virtudes redentoras de la lectura.
Sam Savage
Estudió Filosofía Alemana, se doctoró más tarde en la Universidad de Yale. Tras ejercer la enseñanza durante año y medio, en esa
universidad, se marchó a Francia, en donde residió cuatro años. A su vuelta
a Estados Unidos, ejerció trabajos variopintos hasta que, a avanzada
edad, comenzó su carrera literaria.
Publicado por Melania.
A mi este libro me gustó desde el principio, aunque a mucha gente también le han costado las primeras páginas. Pero al final, es inevitable, quieres a Firmin...
ResponderEliminarSaludos