Julio Jurenito - Ilya Ehrenburg

Título: Julio Jurenito 

Autor: Ilya Ehrenberg 

Páginas: 368 

Editorial: Capitán Swing 

Precio: 18,50 euros 

Año de Edición: 2012

Publicado por primera vez en 1922, es ésta una novela de un humor desmadrado y algo absurdo, que satiriza sin piedad a casi todo: la civilización occidental, y en particular a Europa y todo lo que representa, a la Unión Soviética, a la religión y a la mayoría de las convenciones. Iconocloasta, burlón, con un punto filosófico, a través de treinta y cinco capítulos, el autor cuenta con un ritmo muy ágil las surrealistas peripecias y aventuras de un mexicano, Julio Jurenito, una especie de filósofo y líder espiritual, seguido por un grupo de discípulos de lo más variopinto. 

Entre lo seguidores, se retrata a sí mismo, como representante de los judíos, contra los que arremente con tantas ganas como contra cualquier otra cosa. Es demoledor, ridiculiza y pone en solfa a todo lo que se le pone por delante, con una ironía mordaz e incisiva, detrás de la que palpitan ideas y opiniones que dan que pensar al lector. Maestro de la provocación, pone en práctica la idea de que «el provocador es el partero de la historia».

Ehrenberg siempre dijo que escribió esta obra prácticamente de un tirón, casi sin corregir, durante un mes frenético durante el que apenas si paró de escribir «como si alguien me llevara la mano mientras escribía». Y la verdad es que tiene algo de torrencial, de vorágine que te atrapa desde la primera página y no te suelta hasta el final. Un novela divertida, que hace pensar al arremeter con casi todo lo establecido con argumentos, sorprendentemente moderna para tener ya noventa años. Un libro curiosísimo, una gran novela.

Ilya Ehrenburg (Kiev, 1891-1967) fué un escritor soviético, de ascendencia judía, que tocó casi todos los géneros: poesía, novela, cuentos y libros de viajes. Participó en los movimientos estudiantiles en 1905, previos a la Revolución Rusa y fué expulsado de su país. Se instaló en París, publicó poesía y conoció a Picasso, Apollinaire y Fernand Léger. 

Fué corresponsal en el frente de la Segunda Guerra Mundial y en 1917 volvió a su país. Como no le gustó lo que vió, volvió a irse en 1921 y estuvo viviendo en Berlín, Bruselas y París; ésa fué su época más creativa, en la que escribió «Julio Jurenito». Luego viajó a España, donde volvió a ser corresponsal de guerra. A partir de los años 50 se reconcilió con el régimen y se convirtió en una especie de embajador cultural de la URSS en el extranjero. Ha sido muy criticado por ser tan complaciente con el aparato soviético en esta última etapa de su vida.

Ilya Ehrenburg

Publicado por Antonio F. Rodríguez.