Título: El atizador de Wittgenstein
Autores: David J. Edmonds y John A. Eidinow
Páginas: 336
Editorial: Península
Precio: 23 euros
Año de Edición: 2001
Este interesantísima obra cuenta el breve encuentro y discusión que tuvo lugar en la Universidad de Cambridge, el 25 de octubre de 1946, entre dos de los filósofos más brillantes e influyentes del siglo, Wittgenstein y Popper, dos gigantes del pensamiento que mantenián posiciones y opiniones prácticamente opuestas.
Wittgenstein defendía que casi no se puede enunciar ninguna proposición ética o filosófica sin caer en una trampa del lenguaje, y se dedicaba a desenredar la maraña de la lengua y sus problemas, a teorizar. Popper era mucho más práctico; creía que el intelectual debe dar opiniones éticas directas y opinar sobre los temas candentes del mundo que le rodea. La discusión duró solo unos minutos y acabó con un portazo. El libro recoje los testimonios de varios asistentes al tormentoso debate y ofrece una detallada introducción divulgativa al pensamiento y puntos de vista de ambos personajes. El resultado es un texto claro, fácil de leer, muy entretenido y con el que se aprende mucho.
Curiosamente, los dos filósofos tenían muchos puntos en común. Ambos, eran de familia judía, se habían convertido al catolicismo, habían conocido la Viena multicultural y tolerante de entreguerras, se habían dedicado a la enseñanza y eran profesores muy exigentes.
Ludwig Wittgenstein (Viena, 1889-1951) fué ingeniero, lingüista, enfermero, jardinero, soldado, maestro y uno de los filósofos más geniales e influyentes del siglo XX. Fué discípulo de Bertrand Russell , con quien tuvo una tormentosa relación. De carácter difícil e introvertido, se quejaba de que Russell no le entendía. Nació en una de las familias más ricas del Imperio austrohúngaro, su hermana Gretl fué retratada por Klimt y a su hermano Paul, que perdió la mano derecha en la guerra siendo un consumado pianista, le dedico Ravel su famoso «Concierto para piano para la mano izquierda». Renunció a la herencia familiar y llevó una vida muy austera, casi ascética.
Con un solo libro de menos de 100 páginas, escrito en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, el «Tractatus logico-philosophicus», revolucionó toda la Filosofía. Sostenía que la mayoría de los problemas filosóficos están mal planteados porque se usa el lenguaje de manera ambigüa e impropia, y dedicó un gran esfuerzo en definir cómo utilizarlo correcta y lógicamente.
Ludwig Wittgenstein
Karl Popper (Viena, 1902-1994) es uno de los filósofos de la ciencia más importantes. Comenzó su carrera como profesor universitario de Física y Matemáticas, pero pronto comenzó a teorizar sobre el método científico. De familia judía, tuvo que huir a Nueva Zelanda cuando el nazismo triunfó en Alemania y Austria. Al acabar la Segunda Guerra Mundial, su carrera se había orientado completamente hacia la Filosofía de la Ciencia.
Definió el carácter conjetural de la ciencia, que dice que las cosas parecen ser de la manera establecida hasta que se demuestre lo contrario, y su esencial falsabilidad, una teoría para que sea científica tiene que poder confirmarse o refutarse mediante experimentos. Además de sus contribuciones a la Epistemología, fué un defensor de la democracia y de las sociedades abiertas.
Karl Popper
Los autores, David J. Edmonds, periodista inglés licenciado en filosofía y John A. Eidinow,
también periodista británico, han escrito en colaboración varios libros de divulgación
sobre la vida de filósofos y ajedrecistas, con acierto y
bastante éxito.
Un libro de divulgación filosófica ameno y apasionante, que se lee como una novela y sirve como introducción a las teorías de estos dos colosos de la Filosofía. Una obra que hace que uno se aficione a la historia del pensamiento y disfrute con ella. Muy recomendable.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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