Título: Historias de amor
Autor: Robert Walser
Páginas: 210
Editorial: Siruela
Precio: 19,95 euros
Año de Edición: 2010 (3ª edición)
Este libro ha sido un descubrimiento para mí, no había leído nada de Walser y me ha conquistado. Escrito con un lenguaje sencillo, a veces elemental, de una pureza cristalina, contiene ochenta y cinco relatos cortos, muy cortos, la mayoría de una o dos páginas, encantadoras historias de amor, tiernas y delicadas como miniaturas chinas. Son pequeños universos de delicadeza descritos por un poeta, lejos del ridículo y la cursilería, con sensibilidad, precisión y un toque de ironía. Traslucen un desmesurado amor por todo, un panteísmo tierno y alegre, que abarca a las muchachas, las nubes, los pájaros, los valles...Una voz sencilla cargada de emotividad subjetiva y uno de los mejores estilistas en lengua alemana. La obra de un romántico.
Aunque en realidad, este volumen nunca se publicó en vida del autor. El editor alemán Volkers Michels recopiló los mejores cuentos que trataban sobre el amor de entre los más de mil que dejó este inefable suizo y publicó esta edición en alemán en 1978, junto con un epílogo de su cosecha sobre el poeta.
Robert Walser (Biel, 1878-1956) fué un escritor suizo, hermano del Karl Walser. Siempre fué un autodidacta y no estuvo mucho tiempo en el mismo sitio; vivió en Basilea, Zurich, Viena, Stuttgart, Munich, Berlín, Ginebra y Berna. Sólo en esta ciudad, tuvo 14 domicilios diferentes. Trabajó como botones, actor, mayordomo, bibliotecario, oficinista vagabundo y finalmente, al declarársele una enfernedad mental, fué internado en el sanatorio mental de Herisau, donde estuvo 27 años hasta su muerte. Su madre era depresiva y sus dos hermanos fueron esquizofrénicos. Parece que nunca poseyó nada, ni casa ni apenas enseres, y que siempre vivió solo.
A los 78 años, un día de Navidad, salió a pasear por la nieve y caminó, caminó hasta que se agotó, cayó rendido y murió. Se cree que fué un suicidio y sí, la foto de la portada está hecha cuando le encontraron. Dejó escritas unas quinientas páginas casi ilegibles, escritas a lápiz con una letra minúscula y llenas de abreviaturas.
Solía decir «Escribo para ausentarme».
Robert Walser
Estoy leyendo "El ayudante", otra obra de este mismo autor, relato cuasi autobiográfico de uno de sus innumerables empleos ocasionales. ¿Cómo describirlo? Fascinante, perturbador... La mejor definición que encuentro de él sale de su propia mente cuando, en un pasaje del libro, habla de su madre en estos términos: "Se encontraba ya enferma, padecía una sensibilidad excesiva".
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