El espejo mágico de M. C. Escher - Bruno Ernst

   

Título: El espejo mágico de M. C. Escher

Autor: Bruno Ernst

   

Páginas: 111

   
Editorial: Taschen

 

Precio: 11,98 euros 

Año de edición: 1978

Nota: Todas las imágenes de las obras de M.C. Escher incluidas en esta entrada son propiedad de M. C. Escher Company  B. V. y están protegidas por las leyes internacionales de copyright.

Seguro que la mayoría ya lo conocéis, pero a lo mejor alguno de vosotros todavía no y, en cualquier caso, me apetece dedicar una entrada a este fascinante dibujante, que no solo de letras se alimenta el ojo humano.

Maurits Cornelis Escher (Leeuwarden, 1898-1972) fué un artista gráfico holandés famoso por sus dibujos, grabados y litografía sobre perspectivas imposibles, mosaicos y otros efectos visuales. Como ejemplo, aquí podéis ver uno de mis mosaicos favoritos, en el que rellena el espacio con ocho cabezas japonesas:

Ocho cabezas

Y aquí podéis disfrutar de la vista de una ciudad inexistente, en la que se rompen las leyes de nuestro espacio tridimensional y las de la gravedad:

Relatividad

Creo que le hubiese gustado a Einstein si la hubiese podido ver antes de llegar a la conclusión de que la materia curva el espacio que la rodea.

Éste es otra maravillosa muestra de cómo Escher jugaba con la perspectiva y las imágenes. Está basada en la ciudad de Savona, una localidad en la Liguria italiana, a 45 km de Génova, y me parece una verdadera delicia para la vista.

Naturaleza muerta con calle

Pero bueno, dejemos de publicar imágenes, que de lo que se trata es de recomendar que consigáis el libro de TASCHEN o cualquier otro sobre este genial dibujante. Volvamos a su vida por un momento.

Hijo de un ingeniero, comenzó a estudiar Arquitectura, pero pronto lo dejó para perfeccionar su técnica como dibujate y grabador en madera, dos técnicas que llegó a dominar con una maestría apabullante. Fué un gran autodidacta y un ilustrador asombrosamente hiperrealista. Viajo por Italia, conoció el Abruzzo y las escaleras, recovecos y puentecillos de pueblos como Scanno le sirvieron de inspiración para sus dibujos. 

Scanno (foto de Life in Abruzzo)

 También estuvo en España y tomo buena nota de los teselados geométricos de La Alhambra, que estudió en detalle hasta dominar el diseño de mosaicos que rellenan el plano sin huecos ni solapes. Vivió prácticamente a expensas de sus padres hasta los 53 años, cuando comenzó a vender sus creaciones a buen precio. Apreciado especialmente por matemáticos, es uno de los artistas más conocidos y reproducidos en portadas de libros, billetes, edificios públicos y todo tipo de soportes.

Hay un Museo Escher, en La Haya, y ésta es la página web oficial propietaria de los derechos de autor de su obra.

Museo Escher (Escher in het Palais) en La Haya

Bruno Ernst, artista, matemático, biógrafo y amigo de Escher, se ha dedicado a divulgar la obra de este genial dibujante holandés y a estudiar todo tipo de efectos visuales y trampantojos.

Como a casi todos los que conocen su obra, Escher me fascina. Es uno de los ilustradores más sugerentes y estimulantes que conozco. Quizás no sea un gran artista, pero nos fascina y nos hace soñar con mundos imaginarios, con ciudades imposibles, pero que deseamos que fueran reales. Es capaz de mezclar la realidad con el producto de su imaginacón, y crear así un espacio nuevo en el que nos gustaría estar. ¡Quién pudiera pasearse por esos lugares! Algunas de sus imágenes se han instalado en nuestra memoria con más intensidad que muchos recuerdos reales.

Uno de los mejores dibujante de sueños y deseos, con la rara habilidad de conseguir que sintamos nostalgia de sitios en los que nunca hemos estado y que sabemos que no existen. Es único. Es Escher.  

 Autorretrato - M. C. Escher

Publicado por Antonio F. Rodríguez.