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jueves, 7 de marzo de 2024

Sin azúcar - Mireia Estrada Gelabert

Título: Sin azúcar                                                                                                                Autora: Mireia Estrada Gelabert

Páginas: 184 pág.

Editorial: Cuatro lunas.

Precio: 18 euros 

Año de edición: 2024

Este bello libro, subtitulado Una mujer occidental en Marruecos, nos ofrece una panorámica delicada y divulgativa de la realidad social y cultural de ese país, a la vez tan cercano y tan lejano, que es el reino alauita, desde el punto de vista de una española, que se enamora y se casa con un marroquí. Está animado por una honda sabiduría, resumida en el lema «viajar es descubrirse», y escrito desde la experiencia de convivencia vivida durante veinte años con la familia de su marido y, por lo tanto, tiene dos cualidades importantes, en mi opinión: la autenticidad, porque además de ser un testimonio de primera mano, la autora es una especialista en integración cultural y una observadora inteligente, despierta y atenta ante lo que le rodea; y su carácter positivo, porque, lejos de la aproximación cargada de superioridad y que presupone un país atrasado, inferior culturalmente, cerrado y poco atractivo, nos regala una visión luminosa, alegre, que sabe valorar todo lo bueno de aquella sociedad.

Aparecen mil detalles de la vida cotidiana: cómo se come con las manos de un plato común sabiendo qué sector es el de uno; la dura vida de las mujeres marroquíes en los duar —pequeño poblado de casas de adobe en torno a un patio en el que vive un clan familiar—; la importancia de comer juntos para cohesionar una familia; lo típico que es comer una tortilla hecha con la primera leche de una vaca recién parida; las fiestas de las mujeres; qué se hace en el hammam  —baño turco—; las dificultades de migrar de un canon corporal como el eruropeo, basado en la delgadez, a otro como el marroquí, basado en caderas y michelines; las diferencias de vestimenta; el delicioso uso de las especias qu saben hacer allí; que en Marruecos el sexo fuera del matrimonio está penado con entre un mes y un año de cárcel; cómo el paso de mujer a madre lo cambia todo; los multicolores y fantásticos mercados y mercadillos; el arte del regateo; cómo es una fiesta en casa de una familia marroquí; qué supone y cómo se hacen la peregrinación a La Meca y el ramadán; el fenómeno del turismo en aquellas tierras; cómo sale una familia de excursión un día de campo; la terrible burocracia; la relación con la muerte; la festa del sacrificio... toda una pequeña enciclopedia resumida de la cultura marroquí en 22 capítulos y un epílogo, con varios temas estrella de fondo, como la mencionada condición femenina y la dualidad entre el individualismo y la libertad, por un lado, y la pertenencia fuerte y segura a una comunidad, a la tribu, por otro.

El título resume el choque que supone que una europea tome siempre el té sin azúcar, cosa inconcebible allí, donde se sirve bien azucarado. Claro que tener un consumo medio de 3 kg al mes de azúcar tiene sus consecuencias: unas tasas de diabetes y obesidad que ponen los pelos de punta.

Algunas frases, espigadas aquí y allá, pueden ayudar a dar idea de la capacidad de observación de la autora: «En la dieta marroquí hay tres ingredientes fundamentales: el té, el pan y la carne», «El té a la menta tiene que ser amargo como la vida, espumoso como el amor y azucarado como la muerte», No hay bienvenida sin un buen plato», «Con un mismo gesto, la mujer local y la extranjera transmiten mensajes contradictorios», «El fenómeno del turismo no es más que la consolidación de una relación de poder a través de gestos, actitudes y expectativas, de una relación asimétrica, vertical y unidireccional entre unos visitantes y una población local», «Se viaja para ver lo que se espera ver, no para conocer la realidad», «El contacto con la muerte en las culturas musulmanas es mucho más vivo y descarnado que en tu aséptica cultura occidental, gracias al ritual del sacrificio», «En Marruecos, si re encuentras una gran tienda en la calle es o por una boda o por un funeral».

El estilo es periodístico, detallado y ameno, de forma que parece un completo reportaje sobre una familia marroquí, y a la vez, está teñido de cariño, de los lazos emocionales que unen a la voz de la narradora con sus parientes políticos, lo que hace que el texto tenga un encanto muy especial. Porque este libro que es muchas cosas, libro de viajes, reportaje, memorias, diario resumido..., es además una declaración solapada de amor a su marido Mohamed, Momo, su familia y cultura, una declaración de cariño equilibrada y consciente, que no impide a la narradora ironizar y criticar con humor todos los detalles que le parecen.

Un libro estupendo y muy entretenido, atractivo, divertido casi siempre, que constituye una excelente introducción a la cultura marroquí a través de su vida cotidiana, que deja al lector lleno de ganas por cruzar el Estrecho y conocer un poco más de nuestros vecinos. Una obra muy recomendable, realmente buena, impregnada de un encanto muy especial, que se disfruta página a página y nos transporta a otro mundo. Nos hace pensar en la complejidad de toda integración en una sociedad ajena, en el choque entre culturas, en la alteridad más allá del atrayente exotismo y el rechazo xenófobo, en la identidad femenina, en la tolerancia y la firmeza. Un texto que probablemente deberían leer todos los españoles.

La traducción del catalán es de la tarraconense María Rosich, traductora habitual de neerlandés, danés e inglés al catalán. Esta edición viene acompañada de un acertado y lúcido prólogo de la escritora hispano-marroquí Karima Ziali.

Mireia Estrada Gelabert (Barcelona, 1974) es una escritora, gestora cultural y profesora de enseñanza secundaria española. Ha estudiado en Barcelona, Francia y Quebec, donde realizó un Máster en Literaturas Africanas Francófonas. En 2011, fundó con el escritor Ahmed Ghazali, de quien es la traductora al catalán, la asociación Jiwar Creació i Societat, residencia internacional de artistas y plataforma de creación. Durante ocho años, Jiwar acogió a más de 300 artistas de todo el mundo y de todas las disciplinas, con un especial interés por las culturales mediterráneas, y actualmente trabaja con proyectos vinculados con la educación, la creación y la diversidad.

Su especialidad son los proyectos de integración cultural. Dirige el podcast Derives literàries.

Mireia Estrada Gelabert

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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