Páginas

Bibliotecas digitales

domingo, 29 de mayo de 2022

Astérix en Hispania - Gossciny y Uderzo

 

Título: Astérix en HIspania                                                                                            Autores: Gossciny y Uderzo

Páginas: 45 pág.

Editorial: Bruño

Precio: 12,95 euros

Año de edición: 2016

Soy fan incondicional de las historietas de Astérix y Obélix desde mi más tierna infancia. Siempre he admirado su fino humor, sus diálogos inteligentes y la delicadeza de sus dibujos. Me encantan. Leí todos los que se habían publicado cundo era niño y el otro día, se me ocurrió, por curiosidad, volver a leer este Astérix en Hispania, publicado en 1969, a ver cómo aparecen los españoles y nuestro país. La conclusión es que retrata con ironía y bastante acierto aquella España de inicios del tardofranquismo y en pleno desarrollismo de los años 60.

Es el álbum número catorce de la serie y presenta a la raza española así la llama,  como orgullosa, rebelde, guerrera e independiente, y que sabe admirar a los luchadores valerosos. Hay también una aldea irreductible que no se rinde a los romanos, entre Híspalis (Sevilla) y Munda (Montiel). Los españoles aparecen siempre bien plantados y algo chulos. Recurre a los tópicos de los toros y el flamenco, tópicos ciertos, y los hispanos están continuamente exclamando «¡Olé!» y «¡Ay!». Los dibuja siempre con chaleco, pelo negro, gesto adusto y cascos con dos cuernos gigantes. El protagonista español es un niño llamado Pepe, apócope de Pericles, porque los españoles tienen influencia griega, hijo de Sopalajo de Arriérez y Torrezno. El crío es bastante caprichoso y maleducado, pero espontáneo y simpático. Otro nombre que aparece es Porrompompero y Fandánguez.

Al principio, salen Don Quijote y Sancho Panza al lado de unos molinos, cerca de Montiel, y el paisaje se representa como seco, árido, pedregoso e increíblemente caluroso, vamos como la vida misma. Aparece una posada llamada Typical Spanish, alguien dice que España es diferente y al principio, los protagonistas se encuentran en la frontera un enorme atasco de turistas galos, godos y bretones, que van a visitar la península con casas rodantes ansiando encontrar algo de exotismo, pero traen su propia comida. 

Se encuentran muy pocas estaciones de forraje (gasolineras) para los carros, mal equipadas (no tienen ruedas de repuesto), los caminos son infames y están llenos de baches. Hay bandoleros en las montañas, fiestas y procesiones en todas las ciudades, gitanos, cante jondo y baile por doquier. Se hacen varias referencias a la gastronomía, se amenaza con freír en aceite de oliva, se bebe tintorro y se deja claro que por aquí hay buena cocina. 

Por otro lado, cuando los romanos quieren castigar con la pena máxima a Astérix y sus acompañantes, los arrojan al circo a las cinco de la tarde, donde un toro bravo (auroch), en lugar de leones, y el pequeño galo esquiva con gracia al animal y evita que arremeta contra la capa roja que se le cae a una espectadora, para deleite y euforia del público, que no deja de exclamar «¡Olé!». No se sabe si Astérix realiza una buena faena como es ya costumbre hispana sin saberlo o si asistimos al origen de la tauromaquia. Habiendo leído otros álbumes de la serie, esto último parece lo más probable.

El franquismo aparece muy indirectamente, probablemente para evitar problemas con la censura española. Los legionarios romanos llevan uniforme de color azul y pañuelo rojo al cuello, lo que recuerda el atuendo típico de los falangistas, y el gobernador de Híspalis (Sevilla) es «El general», y es el único caso en que no se menciona su nombre de pila.

En fin, un retrato caricaturesco y divertido, bastante acertado, de la España de aquellos años. Muy recomendable, como todas las aventuras de Astérix, por algo es un verdadero clásico en su género.

 
Caricaturas de Albert Uderzo y René Gossciny

René Gossciny (París, 1926-1977) fue un escritor y guionista de historietas francés. Nació en una familia de judíos, su padre era un ingeniero químico polaco y su madre era ucraniana. Se conocieron en París, se casaron y cuando René tenía dos años, su padre consiguió un buen trabajo en Buenos Aires y toda la familia se fue para allá. Vivieron 17 años en Argentina y así se salvaron de la invasión nazi y los campos de concentración. Cuando cumplió 17 años, su padre murió de una hemorragia cerebral y dos años después, emigró con su madre a Nueva York y a año siguiente, a Francia.

Trabajó en una empresa de neumáticos y como traductor, antes de convertirse en dibujante e ilustrador. Es el creador, junto al dibujante belga Morris, del personaje de Lucky Lucke, de los libro de El pequeño Nicolás, inspirado en sus compañeros argentinos de colegio, y del Gran Visir Iznogud.

Fue uno de los fundadores de la revista Pilote y en su primer número, en 195, publicó junto a Uderzo la primera tira de Astérix. A partir de ahí, el éxito de las avebturas del pequeño galo y su amigo gordo (o de cintura poderosa) fue imparable: se han traducido a 111 idiomas y han vendido más de 380 millones de ejemplares.

Falleció de un paro cardíaco mientras se sometía a un chequeo médico de rutina.

Albert Uderzo (Fismes, 1927-2020), hijo de inmigrantes italianos su apellido está tomado del pueblo italiano de Oderzo, antes Uderzo, nació con dos dedos de más y daltónico, lo que no parece lo más adecuado para ser dibujante. Los dos dedos se los extirparon quirúrgicamente muy pronto, pero el daltonismo le acompañó toda su vida. Llegó a pintar un caballo verde y la verdad es que por ese motivo los libros de Astérix son tan coloridos.

De niño quería ser mecánico de aviones, cosa que no consiguió, pero esa pasión quedó reflejada en uno de sus primeros trabajos, la serie de 27 aventuras de los pilotos Tanguy y Laverdure, con guion de Michel Charlier. En 1951 conoció a Gossciny, ambos eran veinteañeros y se hicieron amigos en seguida. Una de sus primeras creaciones fue el indio Umpa-pá (1958) y en 1959 nacieron Astérix y Obélix. Publicaron juntos 23 álbumes.

Tras la muerte de Gossciny en 1977, Uderzo siguió publicando en solitario 11 álbumes sobre las aventuras de los dos galos. En 2013 decidió seleccionar a un guionista y un ilustrador para que siguiesen publicando cómics de Astérix y Obélix: Jean-Yves Ferri y Didier Conrad (respectivamente), que han publicado hasta ahora cinco álbumes adicionales.

René Gossciny y Albert Uderzo

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

3 comentarios:

  1. Cómo me ha gustado leer esta simpática entrada. Lo que me habré reído con ellos cuando los leí de joven y luego leyéndolos con mi hija, que hizo la colección completa. Gracias Antonio.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, por el comentario, Charli. Para mí, Tintín, Astérix y Mafalda (por orden de aparición en mi vida y cada uno en su estilo) forman la trinidad de los primeros cómics que conocí. Los tres me parecen insuperables.
    Salud y libros.

    ResponderEliminar
  3. ¡Vaya! Yo también tengo la colección completa de Tintín y Mafalda. 😉

    ResponderEliminar