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martes, 2 de junio de 2020

Nuevo andar palentino - Juan José Cuadros

 
Título: Nuevo andar palentino
Autor: Juan José Cuadros
 
Páginas: 172

Editorial: CNIG
 

Precio: 0 euros
 
Año de edición: 2020

Pues aquí tenemos un original que se edita por primera vez, un libro de viajes delicioso por tierras palentinas publicado 30 años después de la muerte de su autor. En realidad, no narra ningún viaje en particular, sino que aglutina varios recorridos por la provincia de Palencia, junto a vivencias suyas, recuerdos y otros materiales, hasta componer una suerte de viaje poético, espléndido en su ligereza.

Porque lo primero que hay que decir es que tiene un tono de andar por casa, de confianza y si uno cierra los ojos casi puede ver al autor contar sus andanzas con sencillez y cercanía. Confiesa al principio que escribe simplemente para que no se olvide lo que ha vivido. y con tan sencillo propósito, un estilo ligero y relampagueante, con ritmo y cadencia, animado de un sentido del humor muy especial, con una pizca de socarronería, de vocabulario ligeramente arcaizante, sin caer en la pedantería, con una mirada perspicaz y poética, el autor va desgranando descripciones de pequeñas peripecias, paisajes, gentes y charlas. El resultado es cuadro vivo de una tierra, una época y una atmósfera perfectamente capturada. Algo inasible que no acertaría a describir.

De paso, nos enseña barrios del diccionario que no sabíamos que existían (yo, por lo menos), de manera que por el contexto se suele adivinar el significado de cada término desconocido. Así encontramos palabras, no demasiadas, tan sonoras y sugerentes como husma, harnacha, cencellada, candilón, ventalle, garlador, andorrero, vedija, turquí, besana, martelo, paremiología, tenutas, anatas, cañuela, perindola, cacera y majano.

El texto está también plagado de dichos y decires de la zona, junto a frases afortunadas: «La vida es arcaduz de noria», «El cielo es un motín de nubes sucias», «Hace un frío de agonía», «Más cristianos hizo el jamón que la Santa Inquisición», «Quien tropieza y no cae, adelanta un paso».

Estas páginas nos ofrecen un ameno recorrido tierras palentinas, con breves descirpciones de paisajes, ríos y pueblos. La mente se llena de imágenes y el alma se relaja. No faltan las menciones a los poetas de aquella zona, referencias históricas y literarias, alusiones a lo antiguos pobladores de aquel rincón mesetario (cimbrios, ligures e ilirios), descripciones de iglesias y retablos (de los que hay en la provincia entre 200 y 300) y una curiosa consideración de El Cantar de Mío Cid como la primera canción protesta, ya que se sitúa en franca crítica del Rey, el Papa, la patria y lo que se le ponga por delante.

Un libro estupendo que es lo más parecido a tener una tarde de tertulia con Cuadros. Mención especial merece la descripción impresionista de toda una matanza en una sola frase, y es que es asombrosa la habilidad de este hombre para construir enumeraciones literarias. También hay disquisiciones impagables, como una larga conversación sobre luces y lugares de nuestro país. Y por supuesto, una estupenda relación de Palencia y sus rincones.

Y de fondo, una descripción de una España rural y no tan lejana, en la que todavía hay matanzas, tartanas y de vez en cuando, se va la luz. En fin, un libro muy recomendable, una pequeña joya de otro tiempo, llegada desde la ya entonces España vacía.

Esta edición tiene el aliciente de contar con un atinado prólogo de Víctor Olaya, escritor, músico, poeta y desarrollador de software

Juan José Cuadros (Palencia, 1926-1990) fue un topógrafo, poeta de culto y escritor español. Hijo de un funcionario de correos de Beas de Segura (Jaén) y de una maestra palentina, siempre tuvo sus afectos divididos entre esas dos tierras. Nació en Palencia, pero cuando tenia tres años su familia se instaló en Beas de Segura. Hizo el bachillerato en Baeza, donde hacía poco tiempo que Antonio Machado había dado clase y en 1945 fue a Madrid para empezar Ciencias Exactas.

Tuvo que dejar los estudios y entró por oposición en el Instituto Geográfico Nacional como topógrafo. Mientras tanto escribió poesía, frecuentó las tertulias madrileñas, conoció a los poetas de la capital y, en sus frecuentes viajes a Palencia, a los de esa provincia, con los que se incluyó en el grupo de la revista «Rocamador».

Publicó diez libros de poesía, algunos títulos de viajes, como éste que nos ocupa y durante algún tiempo sus poemas aparecieron en la sección de «ABC» titulada «...Y poesía cada día».
                                                          
Juan José Cuadros (foto CC BY-SA 3.0 Manrique1430)
                                      
Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

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