Páginas

Bibliotecas digitales

miércoles, 9 de enero de 2019

La catedral y el niño - Eduardo Blanco Amor

                 
Título: La catedral y el niño 
Autor: Eduardo Blanco Amor

Páginas: 496

Editorial: Libros del asteroide

Precio: 21,95 euros

Año de edición: 2018

Aquí tenemos una gran novela, de corte clásico y decimonónico, que ha permanecido en el olvido durante años junto a su autor, probablemente por ser exiliado y homosexual, dos motivos de marginación y desmemoria.

Publicada en 1948, se trata de una novela de formación, una narración que arranca con los recuerdos de un niño en su Orense natal, camuflado en el nombre de Auria, igual que Oviedo lo está en Vetusta, una pequeña ciudad dominada por una imponente y bella catedral. Se describe con maestría la atmósfera de la ciudad a principios de siglo, en 1905, y la vida familiar de un niño de 8 años cuando su padre abandona el hogar.

El lenguaje es barroco y depurado, las frases largas y armoniosas, el tempo, algo lento y es una verdadera gozada disfrutar de los recuerdos de niñez del protagonista, la narración de las delicias de la vida provinciana y las descripciones de la ciudad. Poco a poco, la historia se anima, se van presentando los miembros de la familia, sus relaciones y conflictos, para acabar contando una historia familiar y cómo el protagonista deja atrás la infancia y se interna en una nueva etapa de su vida.

Hay muchos elementos autobiográficos, el padre que abandona el hogar, el ambiente de la capital gallega, el viaje a la Argentina... en una novela de categoría con resonancias que recuerdan los textos de Clarín, Miró, Valle-Inclán y Eça de Queirós. Hay términos que el lector no conoce, pocos afortunadamente, cuyo significado se intuye por el contexto y que vale la pena ir apuntando para luego consultar el diccionario (remezón, boira, anta, pincerna, réspice, zalagarda, lacería, chinero, serondo). El prólogo aclara que el castellano está enriquecido con palabras gallegas y localismos, lo que hace contribute al tipismode la atmósfera creada.

No falta la retranca gallega, el humor fino y la ironía en estas páginas, tampoco las sorpresas ni la crónica llena de detalles de una época y una clase social: el niño remilgado y repelente, la llegada a Orense de los autocares, la electricidad, los barcos de vapor, los indianos, los conciertos en directo, la vida de los señoritos, las beatas... todo un fresco de la vida provinciana de principios del siglo pasado. Una maravilla.

La génesis de esta obra es curiosa. El autor recibió una comida en Buenos Aires como homenaje por su labor periodística y después de los postres, pronunció unas palabras en las que evocó su infancia en Ourense, con las que encandiló al público y se lo metió en el bolsillo. «Siempre tengo la maleta hecha debajo de la cama para volver en cualquier momento» dijo. Alejandro Casona le propuso al día siguiente que convirtiese todo aquello en una novela, Blanco Amor le hizo caso y en tres años, acabó «La catedral y el niño».

Esta edición cuenta además con un buen prólogo a cargo de Andrés Trapiello, todo un lujo. En fin una gran novela que hará las delicias de todos los amantes de los clásicos. Es un gran placer descubrir una obra tan completa y conseguida, un verdadero clásico desconocido.

Eduardo Blanco Amor (Orense, 1897-1979) fué un escritor y periodista gallego. Su padre abandonó el hogar cuando él tenia 3 años y a los 17 años entró a trabajar como secretario en «El Diario de Ourense». A los 22 años emigró a Buenos Aires, donde siguió ejerciendo el periodismo.

Entró a trabajar en La Nación, donde conoció a grandes escritores argentinos, como Leopoldo Lugones, Borges, Sabato y Mallea, y uruguayos como Horacio Quiroga. Publicó sus primeras novelas y en 1928 regresó a España como corresponsal de La Nación, conoció a Lorca, se hicieron grandes amigos.

Al estallar la guerra civil española, volvió a Argentina y ya no volvió a nuestro país hasta 1965. Publicó varias novelas, una de las cuales, Parranda, fué llevada al cine en 1977 por Gonzalo Suárez, libros de relatos y poesía. Ha permanecido en el olvido por su condición de exiliado y homosexual.

Eduardo Blaco Amor

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Estupenda recomendación.
    El estilo es perfecto para la época y la sociedad provinciana que describe y el lenguaje un lujo para lectores amantes de su conocimiento. Merece la pena la recomendación de revisar el diccionario.
    Un libro al que hay que darle un tiempo para disfrutarlo al máximo.
    PML

    ResponderEliminar
  2. Antonio, muy interesante tu reseña. Muy buenas cosas he leído sobre esta novela de Eduardo. A ver si me animo.

    Un saludo

    Francisco

    ResponderEliminar