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martes, 1 de enero de 2019

Espíritu festivo - Robertson Davies


Título: Espíritu festivo
Autor: Robertson Davies

Páginas: 306

Editorial: Libros del asteroide


Precio: 18,95 euros

Año de edición: 2013


Es una pena que este delicioso y divertido libro, publicado originalmente en inglés en 1982, haya tardado 31 años en traducirse y publicarse en español. Es una recopilación de 18 cuentos sobre fantasmas festivos y divertidos, muy alejados del género de terror y llenos de un humor juguetón y literario muy ameno.

Son relatos nacidos para ser contados oralmente y sin embargo, funcionan perfectamente en su versión escrita. Están escritos por un profesor de literatura y uno de los más famosos escritores canadienses del siglo XX, el gran Robertson Davies, al final de su vida como una antología de los cuentos de fantasmas que él mismo contaba cada año en la cena de Navidad de la Universidad de Toronto, siguiendo la tradición de montar un pequeño espectáculo con varios números a los postres.

Con un sentido del humor muy sano, que empieza por reírse de sí mismo, del mundo universitario y de la cultura canadiense, desgrana una serie de historias tan ocurrentes como divertidas, el curioso diálogo cuando se topó con un fantasma que ocupaba su despacho y le trataba como un intruso, el alumno que se le apareció una maldita noche para acabar su doctorado a toda costa, la historia del universitario médium, una cena con el fantasma de uno de los padres de Canadá, el estadista apodado Old Tomorrow, un encuentro con el mismísimo demonio, una invasión de fantasmas legendarios que el Papa Pablo VI  echó del cielo al negar su existencia, un cuento sobre el feo fantasma del sexismo, la leyenda de la fotocopiadora de la habitación olvidada y otros temas tan curiosos como hilarantes.

Son cuentos muy bien escritos, que manejan la tensión dramática y las expectativas del lector con habilidad, con algunas resonancias shakesperianas y un fino sentido del humor que recuerda al mejor Mark Twain, salvando las distancias. Inteligente, culto, irónico, muy divertido, el autor despliega aquí todo su talento, que es mucho, para deleitarnos mientras nos hace sonreír.

Nos enseña además muchas cosas, como que la literatura canadiense de todos los tiempos se compone de... 105 libros, que los mondadientes eran antes de cañón de pluma, que se puede adivinar la edad de un catedrático por el corte de su único traje bueno, que nada envejece tan de prisa como lo moderno y que en Canadá, a diferencia de otros países anglosajones, hay personajes que saben comer y beber de verdad, con criterio y mucho fundamento.

En resumen, un libro ideal para comenzar el año con buen pie, muy ameno y divertido, apropiado para estos días de fiestas, que relaja, distrae y educa. No se puede pedir más.

Robertson Davies (Thamesville, 1913-1995) fué un catedrático de literatura y escritor canadiense. Nació en una pequeña ciudad en la provincia de Ontario (Canadá). HIjo de un senador y periodista, sus dos progenitores eran lectores voraces y creció en una casa llena de libros por toda partes.

Siguiendo la tradición familiar fué un lector precoz y feroz, que leía todo lo que podía. A los diez años leyó «Frankenstein» y eso le produjo una gran impresión. El participar siendo niño en varias representaciones teatrales despertó en él una fuerte vocación por el teatro. Estudio literatura en la Universidad de Toronto, mientras escribía en el periódico universitario, y se doctoró en Oxford con una tesis sobre los actores infantiles en las obras de Shakespeare. Estuvo algún tiempo representando pequeños papeles y escribiendo textos en el teatro Old Vic de Londres y antes de volver a Canadá, se casó con una colega australiana que había conocido en la universidad.

Ya en su país, se dedicó a editar varios periódicos, dirigir otros y colaborar en algunos medios con artículos y ensayos sobre literatura. Mantuvo un vida literaria muy activa: escribió y estrenó obras de teatro con éxito, impulsó el nacimiento del Festival Stratford Shakespearean de Canadá, publicó novelas humorísticas sobre la vida cotidiana en las pequeñas ciudades canadienses, fué profesor de literatura en la Universidad de Toronto, autor teatral, crítico, ensayista y fué premiado varias veces por sus logros literarios.

Cuando se jubiló com profesor, se dedicó a tiempo completo a escribir novelas, publicó un total de  once y se convirtió en toda una personalidad de la literatura canadiense.
 
Robertson Davies

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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